domingo, 15 de noviembre de 2009

WILLY RONIS (1910-2009) En homenaje

Willy Ronis, exponente de la fotografía de la segunda posguerra mundial, ha fallecido en septiembre a la edad de 99 años. Extraordinario observador de las anecdotas escondidas en lo cotidiano dejó testimonios llenos de ternura de Paris en los años de la posguerra. Después de tantas atrocidades,los integrantes de la fotografía humanista buscaron a través del objetivo la esperanza y la dignidad humana.
"Los enamorados de la Bastilla"(1957)
Su fotografía era humanista y verdadera.
La capital francesa es,en ese tiempo, cuna de fotógrafos apegados a lo humano. Coincide y comparte experiencia con otros grandes como Doisneau, Cartier-Bresson o Robert Capa. Los objetivos de las cámaras se fijan por aquel entonces en la agitación social que vive Francia durante la década de los treinta. A partir de 1936, año en el que vence la izquierda francesa agrupada en el Frente Popular, Ronis empieza a publicar en la revista Regards una serie de trabajos sobre los movimientos sociales, entre ellos las huelgas de obreros en Citröen.

En 1946, después de la guerra, entra a formar parte de la agencia Rapho, junto a Doisneau y Brassaï. El humanismo que impregna su estilo es ya indiscutible.

Sus retratados muestran niños que corren por los barrios populares de la capital, que se esconden para jugar debajo de unas escaleras, el beso de una pareja de enamorados, y como escenario, siempre París. "En los diferentes géneros en los que he trabajado", decía en una entrevista en mayo pasado a Mediapart, "no me gustaba mucho el retrato [posado]. Me gustaba mucho más el movimiento, la gente en la calle, los hechos, las cosas que se mueven".


Ronis retrata la vida cotidiana, como al Pequeño parisino, un niño que corre llevando debajo del hombro una baguette más grande que él. "La aventura no solo se mide en kilómetros", dirá sobre su fotografía. "Las fuertes emociones no se encuentran solo en Partenón. Emoción, si eres digno de ella, será sentida detrás de la sonrisa de un niño que vuelve a casa con los libros del colegio, un tulipán en un jarrón tocado por un rayo del sol, o el rostro de una mujer enamorada".



"El pequeño parisino"(1952)
La década de los cincuenta es para Willy Ronis su época dorada, convirtiéndose en el primer fotógrafo francés en firmar en la revista LIFE. Edward Steichen (director de fotografía por aquel entonces del MOMA de Nueva York) lo incluye junto a Izis, Cartier-Bresson, Brassaï y Doisneau, en la exposición Cinco fotógrafos franceses, y poco después en Family Man (1955), la gran muestra que recoge el trabajo de 273 fotógrafos con el ser humano como centro exclusivo de las obras.









A partir de los años 60 se dedicará a la fotografía de publicidad, de moda y a los desnudos así como a dar clase del oficio, dejando un tanto de lado ese estilo que compartió con Robert Doisneau (captar el instante de la vida cotidiana y convertirlo en una obra de arte). También célebres son sus autoretratos. Uno de ellos (Nirvana), lo tomará bien entrados los 80 años mientras salta en paracaídas.
Legión de honor de la República Francesa (máxima condecoración de su país), Willy Ronis también fue premiado con el Gran Premio de las Artes y de las Letras de Francia en 1970. En 1983 dona toda su obra al estado francés, pero no es hasta 2001 (¡a los 91 años!) cuando decide colgar definitivamente sus cámaras, con un desnudo como última fotografía firmada por él. El pasado mes de julio acudió al encuentro de fotografía de Arles, compartiendo con el público experiencias de toda una vida dedicada a la fotografía.









2 comentarios: